¿SABES CÓMO AFECTA LA DIABETES A TUS PIES?

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La diabetes mellitus (DM) es un trastorno metabólico que se caracteriza por la elevación de glucosa (azúcar) en sangre. Entre las diferentes complicaciones que se asocian a la DM, se encuentra la afectación del sistema nervioso periférico y autónomo, esto es, daño en los nervios y mala circulación sanguínea.
Cuando el flujo de sangre hacia la extremidades inferiores es reducido (microangiopatía diabética) se reduce la capacidad de reparación de los tejidos a través de la sangre. La DM provoca que la cicatrización de heridas sea más lenta y costosa que en un paciente sano, y además, las probabilidades de sufrir heridas crónicas (úlceras) son más elevadas. Uno de los mayores problemas que presenta la DM en los miembros inferiores es la sobreinfección de estas heridas, que en muchos casos acaban siendo motivo de amputación.
La falta de sensibilidad en los miembros inferiores por la afectación del sistema nervioso, puede producir que una pequeña herida o rozadura pase inadvertida, llegándose a infectar en cuestión de días. Esta afectación nerviosa también produce una piel más seca y agrietada, puerta de entrada de cualquier bacteria causante de un proceso infeccioso.

CUIDADOS DEL PIE DIABÉTICO

• Nunca camine descalzo. La falta de sensibilidad en los pies puede hacer que la sensación de dolor o molestia disminuya en caso de clavarse algún objeto punzante.

• Inspeccionar los pies a diario en busca de heridas o rozaduras. Si la flexibilidad/movilidad es limitada y no se alcanza bien, podemos ayudarnos de un espejo.

• Mantener los pies limpios, lavándolos a diario con agua tibia (el agua caliente puede llegar a quemar en caso de afectación nerviosa) y jabón de pH neutro. Secar bien entre los dedos con una toalla suave.

• Para el cuidado de las uñas, es aconsejable utilizar tijeras de punta roma o, aún mejor, una lima de cartón. Evitar tijeras de punta afilada. Cortar las uñas siempre de forma recta. En cualquier caso, para cuidados más precisos debe acudir al podólogo.

• ¡No utilizar callicidas!

• Utilizar calzado de piel, cómodo y amplio, prestando mayor atención si el calzado es nuevo. Revisar cada día el interior del zapato para advertir que no haya ningún objeto punzante (por ejemplo, una piedra). En caso de utilizar plantillas ortopédicas podemos pedir que el forro de éstas sea de un color claro, ya que en caso de herida será mucho más visible.

• Usar calcetines de fibras naturales.

• ¡No fume! El tabaco obstruye los vasos sanguíneos, por lo que la capacidad de las células de transportar oxígeno se ve reducida, ello aumenta el riesgo de amputación.

• Para el cuidado y revisión de heridas puede acudir al podólogo, el cual se encargará de informarle sobre la prevención de lesiones en el pie diabético.

• En definitiva…

¡MÁS VALE PREVENIR QUE CURAR!

 

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